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A la primera

  • Foto del escritor: anac
    anac
  • 4 jun 2019
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 21 may 2022


Desaparecimos todo el día porque la verdad quise usarlo para estar de lleno con Jacobo después de los días que no estuve con él.


Me gustaría contarles bien rápido lo que acaba de suceder...


Bueno, hoy estuvimos todo el día juntos aquí en la casa y todo muy bien, hasta después de la comida que Jacobo comenzó a portarse un poco mal.


Y mientras yo desempacaba la maleta él (yo creo que estaba aburrido) empezó a desobedecer. Me pidió un pañal etapa 3 de Elmo que encontró y le dije que se lo regalaba, me dijo que quería pintar en él y fue por sus marcadores, le dije que por favor no pintara en ningún lado más que ahí y que no se fuera a rayar, en un minuto había pintado en el piso y parado en la puerta de mi cuarto comenzó a rayarse la cara con el marcador negro. Le expliqué que estuvo mal hecho, y limpió el piso y su cara con una toallita húmeda. Luego le pedí que me ayudara a desempacar su maleta y guardó muy bien su ropa, pero al momento que le pedí que guardara sus libros me dijo “no, no los voy a guardar” y los dejó tirados. Luego vino a mi cuarto y comenzó a tirarla ropa que tenía doblada. Muy enojada me agaché y le pregunté porqué se estaba portando así de mal y me dijo que tenía sueño y que quería un apapacho. Lo cargué a mi cama en mis brazos y le dije que mientras le daba su apapacho le iba a contar sobre el viaje que hicimos y en el inter se quedó dormido.


Despertó, jugamos a los trenes un buen rato, e hicimos la rutina de la noche, lo dejé pasarse de la hora para que esperara a su papá despierto y pudiera darle las buenas noches siempre y cuando prometiera que llegando papá se iba a dormir.


Al momento de acostarlo me dijo que si podíamos acostarnos mamá y papá con él 5 minutos y dijimos que si...

Pero en lugar de dormirse se puso a mover las manitas y jugar... le recordé que había prometido que se iba a dormir y no hizo caso. Luego de 5 min le pedí a papá que se fuera y Jacobo lloró. Le expliqué que no estaba haciendo caso y me dijo que ya se iba a dormir.

Pasaron otros 10 minutos y seguía jugando en la cama. Me levanté enojada. Le dije “buenas noches Jacobo” y comenzó a gritar y llorar. Y me fui. 5 min después regresé y enojada le pedí que dejara de llorar y se acostara y me dijo “mamá no puedo calmarme”, le pasé el frasco de la calma, lo agitó y segundos después y más calmado me dijo que me acostara con él. Le dije que no. Y volvió a llorar. Le expliqué que las oportunidades solo se dan una vez y que desperdició la suya. Me dijo que me quería pedir una disculpa y se la acepté. Me volvió a pedir que me acostara con él y le dije que no. Me preguntó por qué? Le dije que la obediencia era a la primera, y no cuando él quisiera y que no tenía otra oportunidad hasta mañana. Que fuera inteligente y mañana la aprovechara.

—— y esta es la parte interesante, a la que quería llegar ——- su respuesta fue:

“A la primera? No vas a contar dos y tres?” .... le dije “NO!” (Pero es que siempre cuento)

Y entonces me acordé de aquella psicóloga que me enseñó una amiga en un video hace unas semanas (no me acuerdo su nombre pero para mañana ya se las paso bien) que dice que dando una terapia a un niño de como 8 años le pregunta por qué es que no le hace caso a sus papás? Y él contesta que sus papás siempre le piden hacer las cosas de tres a cinco veces antes de enojarse y que sería muy tonto él si las hiciera a la primera. Es decir, por qué dejaría de jugar videojuegos a la primera si sabe que tiene 2 a 4 oportunidades más (aprox. 20-30min) antes de que los papás se lo ordenen enfurecidos?

Y entonces hoy entendí a aquel niño de aquella terapia.


Mi hijo Jacobo ya está acostumbrado a que le diga “Jacobo haz esto” hasta tres veces, aunque lo considero un niño obediente, ha sido cosa mía darle unos minutos más... y si, este es el resultado; que el niño de 2.5 años ya sabe que puede hacer caso a la segunda o tercera....


Exagerada?


Tal vez si. Tal vez no. Pero luego de escuchar esa respuesta de mi pequeño le expliqué, bueno a partir de ya en esta casa las ordenes se obedecen a la primera, no hay segunda ni tercera. Y me dijo “mamá te quedas un ratito?” - “no jacobo” . “Pero ya no estás enojada?” - “ya no, pero tienes que tener una consecuencia y ésta es que hoy no duerma un ratito contigo”. Me dijo, “mamá me gusta más cuando me amas” - “amor, te amo todo el tiempo, incluso cuando te regaño, y te regaño porque te amo tanto que quiero que sepas hacer las cosas de la mejor manera a la primera.

Si un día no quieres obedecer por una buena razón dime y lo platicamos pero desobedecer para probar quien puede más en esta casa no se permite” .


“Hasta mañana, te amo”

“ mamá, segura que ya no estás enojada?” - “no mi amor” -“que bueno, me gusta cuando me cuidas” - “y a mi cuidarte, te amo. Que descanses”


Y bueno. Aquí estoy con unas náuseas terribles escribiéndoles lo que acaba de pasar porque en cuestión de 10 minutos me enojé, e hice corajes, pero entendí gracias a Jacobo que estaba equivocada en eso. Realmente pude haberlo dejado pasar, pero al inicio, el niño estaba cansado y fue bueno preguntarle por qué estaba desobedeciendo, pero al final, fue todavía mejor tomarme el tiempo de llamarle la atención y entender que yo misma soy la que le ha confundido y ha abierto la posibilidad de que no obedezca como quisiera. A mi me gusta ser estricta porque me gusta que él sepa claramente lo que debe y no debe hacer, tiene libertades pero siempre reglas y límites. No te digo que esta sea la forma. Pero es lo queme funciona a mi. Te lo comparto por si pasas por algo similar!


Mañana les paso el nombre de esta mujer psicóloga que es buenísima!


Bonita noche!


Deja tu comentario si te ha parecido interesante o te ha servido! 👋🏻






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